Se pone de manifiesto así la importancia del Observatorio como punto de encuentro entre los agentes de la cadena alimentaria y las administraciones públicas. A partir de su trabajo se podrán evaluar los resultados de la aplicación de la Ley de la Cadena, identificar los problemas que persisten, tener información directa sobre la aparición de otros nuevos y conocer cómo evoluciona la calidad de las relaciones comerciales.