Sesión extraordinaria del pleno del Observatorio de la Cadena Alimentaria para analizar la evolución de los precios de los alimentos. (MAPA)

Después de más de un año, y en medio del revuelo mediático y político que ha generado la inflación, se ha convocado, con carácter extraordinario la reunión del Observatorio de la Cadena Alimentaria. Este Observatorio es un órgano colegiado adscrito a la Dirección General de la Industria Alimentaria del MAPA , que fue creado en cumplimiento de la Ley la cadena alimentaria de 2013, con el objetivo de garantizar el buen funcionamiento de las relaciones comerciales dentro de la propia cadena. La reunión, la novena desde su creación ha contado con la participación de hasta cuarenta vocales en representación de las diferentes comunidades autónomas y distintos órganos de la Administración General del Estado vinculados, además de las organizaciones profesionales y sectoriales que conforman la cadena de valor alimentaria, desde el sector primario a la distribución, y como los consumidores. El sector transformador ha estado representado, entre otras asociaciones, por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) de la que forma parte ALINAR. Durante este Foro, los diferentes agentes implicados han analizado la situación de subidas de costes de producción y las medidas implantadas por parte del Gobierno central para poder contrarrestar su impacto en los precios de compra, y han podido intercambiar diferentes valoraciones con el objetivo de marcar una nueva ruta para los próximos meses.

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, junto con el director de la Industria Alimentaria, José Miguel Herrero, junto a otros representantes del MAPA, momentos previos a la reunión. (MAPA)

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha transmitido que esta reunión tiene como objetivos compartir el diagnóstico sobre la evolución de los precios, diagnóstico que han consensuado todos los agentes de la cadena, y a su vez examinar las diferentes medidas aprobadas por el Gobierno como la bajada. Miranda ha destacado el compromiso adquirido por el Observatorio de la Cadena Alimentaria de abrir nuevas mesas de diálogo con todos los agentes de la cadena, con el fin de conseguir hacer más robustas las cadenas de valor, así como la creación de grupos de trabajo prioritarios en sectores como el aceite de oliva, las frutas y hortalizas y el sector lácteo. Desde el ministerio han querido recalcar que la reforma de la Ley de la Cadena, de la Ley Organizaciones Interprofesionales, y de la de Integración Cooperativa, servirán como refuerzo extra para el correcto funcionamiento de la propia cadena

Este Observatorio de la Cadena se ha desarrollado poco después de conocer los datos del IPC de enero, que han reflejado un ligero freno en la subida de los precios. En este sentido, el propio ministro Luis Planas anunciaba en la rueda de prensa posterior, un cambio de tendencia en la evolución de los precios de la alimentación y rechazaba, de momento, aprobar la propuesta de sus socios de Gobierno de abonar hasta el 14% del precio de una cesta básica de alimentos, al considerarla, una medida inviable. Planas ha valorado positivamente las medidas de reducción del IVA de algunos alimentos implantadas desde el pasado mes de enero, y considera, que según sus propias palabras «los precios de la alimentación han tocado techo». El ministro ha señalado que hay razones objetivas para esperar una paulatina disminución del precio de los alimentos en los próximos meses, ya que los principales costes de producción como energía, piensos o fertilizantes han empezado abajar. Ante esta posible bajadas de costes, Planas ha solicitado directamente a todos los agentes de la cadena «mayores esfuerzos» para ajustar sus precios a la nueva situación.

El ministro ha señalado que hay razones objetivas para esperar una paulatina disminución del precio de los alimentos en los próximos meses, ya que los principales costes de producción como energía, piensos o fertilizantes, han empezado abajar.

Los diferentes agentes implicados agradecieron a nivel general la convocatoria y la aportación de datos sobre previsiones relativas al funcionamiento de la cadena alimentaria en los próximos meses, pero algunas de estas entidades como la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), han coincidido en solicitar al Observatorio de la Cadena los estudios de cadena de valor, en los que se da transparencia clara de los precios de producción, desde el origen hasta el consumidor final. En este sentido Planas ha anunciado que esos 7 estudios y sus actualizaciones se publicarán en un plazo breve.

Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, compareció en la rueda de prensa posterior al foro, como representante nacional de la empresas de alimentación y bebidas

En la rueda de prensa posterior al Observatorio compareció, entre otros representantes de asociaciones y federaciones sectoriales, Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, quien ha valorado «muy positivamente la convocatoria del Observatorio de la cadena» y ha puntualizado que la situación actual  «es un problema de la cadena, no de un eslabón en concreto, derivado del aumento de costes causados por una circunstancia muy excepcional». De Quevedo ha recalcado el esfuerzo que los agentes implicado están realizando para contener la subida de precios y ha reconocido que estas subidas de costes de producción no se están repercutiendo al 100% en el consumidor final.  Ha querido además, puntualizar en que España tiene, en este contexto, una cesta de la compra mucho más barata que la media de la UE. De Quevedo ha recalcado también que son las pymes, que integran el 90% de la industria agroalimentaria, quienes con más dificultad están pudiendo gestionar estas subidas de costes de producción y quienes en muchos casos, deben soportar «comprometiendo su propia viabilidad».

Sobre estos costes de producción, el director general de FIAB, federación que engloba a 46 sectores y a más de 30.000 empresas de transformación alimentaria, y coincide con el Gobierno en que «al ser un problema de costes, los precios de los alimentos comenzaran a moderarse y estabilizarse una vez que estos costes comiencen a comportase de una manera más predecible». Por último, ha  defendido que «hay medidas que pueden incrementar la rapidez con la que se desaceleren los precios, como la bajada del IVA en otros productos de nuestra cesta básica de la compra», una demanda que han compartido también desde otras asociaciones como FEDEPESCA, ANICE o UPA, entre otras. De Quevedo ha querido solicitar así mismo «un periodo de transitoriedad de unos meses o un año en la implementación de los costes regulatorios medioambientales que se aplican desde el pasado 1 de enero». 

Diego Galilea, director general de ALINAR, comparte estas propuestas planteadas por la federación pero a su vez,  considera fundamental recalcar que los controles que plantea la Ley de la Cadena Alimentaria se enfoquen en «todos los eslabones de la misma», y exige seguridad jurídica de cara al registro de contratos alimentario que contempla la propia ley.

Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB: «éste es un problema de la cadena, no de un eslabón en concreto, derivado del aumento de costes causados por una circunstancia muy excepcional»

Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la rueda de prensa posterior al Observatorio.

Desde ASAJA, su presidente Pedro Barato, ha compartido también en declaraciones en rueda de prensa, que, por parte del sector primario esta es «una situación de costes de producción» y detallaba algunas subidas como de «fertilizantes un 62%, semillas 50%, energía y lubricantes 49%, combustibles 46% y piensos 35%»  y alertaba sobre la imposibilidad de muchas explotaciones ganaderas y agrícolas que están desapareciendo.  Barato ha puntualizado que «históricamente estábamos en precios relativamente bajo en alimentación», pero cree que «la cadena ha funcionado perfectamente en las situaciones más complicadas». En relación a la distribución alimentaria, Planas ha querido subrayar que mayoritariamente « ha reflejado muy fielmente lo que desde el punto de vista legal, era obligatorio, la disminución del IVA». El sector ha estado estos últimos meses en el «punto de mira mediático» y acusados de aprovechar la bajada del IVA para inflar sus precios.  Desde las principales asociaciones de distribución han negado nuevamente que la inflación de los alimentos sea un problema de márgenes empresariales, Ignacio García Magarzo, director general de la  Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) ha defendido que  «no es un problema de la distribución en España ni de sus márgenes, ni de los supermercados».

 

 

Diego Galilea, director general de ALINAR considera fundamental que los controles que plantea la Ley de la Cadena Alimentaria se enfoquen en «todos los eslabones de la misma», y exige seguridad jurídica de cara al registro de contratos alimentario que contempla la propia ley.

Precisamente, en este Observatorio de la Cadena, el ministerio anunciaba la decisión de dar la publicidad con carácter inmediato a las sanciones impuestas a las empresas que incumplan la normativa en los contratos con los agricultores y ganaderos. Prácticamente 10 días después, la Agencia de Control Alimentario (AICA) publicaba las 69 sanciones realizadas en este periodo de enero a junio por el incumplimiento de ley de la Cadena, a diferentes empresas de la cadena de producción, entre las que destacan fuertes cadenas de distribución.

EVOLUCIÓN DE LOS DATOS APORTADOS POR EL MAPA

En el análisis del incremento del precio de los alimentos, el ministro ha explicado que se trata de un proceso que se inició en octubre de 2021 como consecuencia de disrupciones logísticas en el comercio internacional derivadas del fin de las restricciones por la pandemia de la Covid-19, con el incremento del precio de la energía y los fletes marítimos, entre otros factores La tasa interanual del IPC de los alimentos, que en aquel mes fue del 1,7 %, llegó a alcanzar el 5,6 % en febrero de 2022, cuando se produjo la invasión rusa de Ucrania.

La guerra agravó drásticamente este cuadro de crisis y produjo una escalada de precios en los principales insumos de la producción agraria, sobre todo piensos, energía y fertilizantes, que representan casi el 70 % de los costes productivos en España. En el caso de los fertilizantes se llegaron a triplicar los precios, mientras que los piensos se encarecieron entre un 30 % y un 40 %. Además, la sequía ha reducido de manera significativa las producciones, especialmente las de cereales de otoño-invierno, aceite de oliva y cítricos. Los costes de producción invirtieron su tendencia alcista a partir de verano de 2022 y han comenzado a descender, debido a iniciativas como la del cereal del mar Negro, que ha favorecido una reducción del precio de los alimentos básicos.

El índice de precios de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) registró en enero de 2023 un valor inferior al de enero de 2022. El ministro ha reiterado que el esperado descenso de los precios será paulatino, de la misma forma en que se trasladó el incremento de los costes, aunque ha enfatizado que persisten incertidumbre como la evolución de la guerra en Ucrania o de las condiciones climáticas.