La Mesa de la Sequía, reunida bajo la presidencia del Subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso

La situación de sequía es grave y generalizada, y aunque revela diferencias importantes en el territorio,  destacan con mayor afección las cuencas del Guadalquivir, Guadiana y las interiores de Cataluña. El valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre de 2022) es un 23,5 % inferior al valor normal.

En la Mesa de la Sequía, reunida el pasado 19 de abril, bajo la presidencia del Subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso, ha examinado la situación de los distintos sectores y territorios, y ha articulado mecanismos de coordinación, junto con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, para identificar las posibles medidas a adoptar. Así mismo, el Gobierno ha anunciado que está trabajando en la preparación de un nuevo paquete de medidas de apoyo al sector agrario que mitiguen los efectos de la sequía sobre la producción agrícola y ganadera. El subsecretario ha anunciado que, además, el ministro Luis Planas va a remitir una carta de manera inmediata a la Comisión Europea para plantear todas aquellas medidas de flexibilización o de carácter excepcional en la aplicación de las normas de la Política Agraria Común (PAC) por las especiales dificultades en las que se encuentran los cultivos españoles como consecuencia de la sequía para que los agricultores y ganaderos no vean en riesgo su acceso a las ayudas. Una de las primera medidas implantadas por el ejecutivo ha sido una rebaja mínima del 25 % en el IRPF 2022 para 800.000 agricultores y ganaderos, una reducción lineal que tiene en cuenta la sequía y las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania.

De igual forma, el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) va a convocar una reunión con las comunidades autónomas para adoptar todas las medidas de carácter nacional en este ámbito. Con el compromiso de establecer un cauce de comunicación permanente mientras persista esta situación de sequía, en la reunión han participado, de forma presencial o telemática, representantes de todas las comunidades autónomas, las organizaciones profesionales agrarias Asaja, UPA y COAG, la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de España y la Federación Nacional de Regantes de España, además de representantes de los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica.

Desde Cataluña, una de las regiones que más esta sufriendo esta falta de agua, han exigido al Gobierno la aprobación urgente de un decreto de sequía que incluya ayudas directas y beneficios fiscales para el sector primario, una petición compartida también por las diferentes organizaciones agrarias.

El Gobierno ha anunciado que está trabajando en la preparación de un nuevo paquete de medidas de apoyo al sector agrario que mitiguen los efectos de la sequía sobre la producción agrícola y ganadera

Durante la reunión se han presentado los avances de superficies y producciones y se han analizado las dificultades más relevantes para territorios y sectores en las producciones agrícolas y ganaderas. Las afecciones más importantes se han detectado en la ganadería, en particular la extensiva y la apicultura, así como en los cultivos herbáceos de las zonas más afectadas por el déficit hídrico en las cuencas mencionadas. La Mesa de la Sequía se reunió por última vez el 4 de marzo de 2022 y fruto de sus trabajos fue el real decreto ley aprobado en Consejo de Ministros con medidas de apoyo al sector agrario en el ámbito fiscal, laboral, financiero e hidráulico que implicaban a seis ministerios.

 

LA SEQUÍA EN EL FOCO

Consejo consultivo de las CCAA celebrado en el MAPA

Ya en el Consejo consultivo con las comunidades autónomas celebrado el pasado 17 de abril en el Ministerio de Agricultura, para abordar los planes estratégicos de la PAC, la preocupación por la sequía fue generalizada. Desde Navarra, la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, solicitaba al Ministerio que procediera a la aprobación inmediata de un Real Decreto de la sequía, que posibilite y dé cobertura legal a las posibles medidas de apoyo al sector, en la misma línea a lo planteado por otras comunidades autónomas.

La Comunidad Foral, que ya convocó la mesa de la sequía el pasado 4 de abril, ha anunciado la convocatoria de una segunda mesa a principios de mayo con la actualización de las previsiones meteorológicas del último informe elaborado por la sociedad pública INTIA y con los últimos datos que se dispongan sobre hectáreas de cultivo afectadas.

La incertidumbre con respecto a las lluvias y a la pertinencia o no de cultivar reina en los campos navarros, con cultivos de cereal de invierno que ya han registrado pérdidas y tienen muy malas previsiones en zonas de la Ribera, el sur de Tierra Estella y en la Zona Media, y agricultores/as de hortalizas y verduras que no tienen claro si asumir el riesgo o pasarse al cereal que consume menos agua, necesita menos mano de obra y por tanto supone menos riesgo. El invierno ha sido seco, con escasas nevadas y los suelos no tienen agua, pero además las reservas hídricas se mantienen en mínimos, y aunque por el momento no hay restricciones, se prevé que, si no hay cambios sustanciales, la situación se agrave en el periodo estival. El panorama en la Comunidad de La Rioja es similar a la de los campos navarros, los agricultores/as de La Rioja Baja esperan también restricciones del 50% ante la falta de agua. En Aragón la falta de precipitaciones y escasa humedad del suelo están afectando a todos los cultivos, mayormente los cereales de invierno y leguminosas de las zonas de secano y en viñas.

(de izda. a derecha) Diego Galilea (ALINAR), David Navarro ( UAGN), Eva Aoiz (UCAN) y Fermín Goñi (EHNE) en el «El Dilema» de Navarra Televisión

Los medios de comunicación se hacen eco de esta complicada situación y pronostican las posibles consecuencias en los precios de los productos alimentarios y las mermas de producción en las cosechas. Navarra Televisión quiso contar con la participación de Diego Galilea, director general de ALINAR, así como de Eva Aoiz, directora gerente de UCAN Cooperativas Agroalimentarias de Navarra, de David Navarro, vocal de la junta permanente de Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN) y de Fermín Gorraiz, presidente de EHNE Nafarroa, para analizar la situación de la sequía en Navarra. En la tertulia del programa «El Dilema» presentado por el periodista Ricardo Beitia, Galilea explicó que, como es lógico, esta incertidumbre general del campo reina también en las empresas agroalimentarias que no saben si van a contar con ciertos productos ni en qué cantidad, y abordó además la urgente necesidad de planteamientos más «a largo plazo como concepto estratégico de sector«. Desde UCAN, Eva Aoiz quiso recalcar la importancia de las ayudas, pero considera que son un «parche» y coincidió también en la necesidad de evitar estrategias cortoplacistas.

 

Galilea explicó que, como es lógico, esta incertidumbre general del campo reina también en las empresas agroalimentarias que no saben si van a contar con ciertos productos ni en qué cantidad, y abordó además la urgente necesidad de planteamientos más «a largo plazo como concepto estratégico de sector«

Durante la emisión del programa se compartieron las declaraciones de agricultores/as de diversas zonas de Navarra que en algunos casos, afirmaban haber tenido que dejar el cultivo de productos como verduras o habas por trigo o cebada. Desde EHNE quisieron hacer hincapié en la situación de falta de pastos para el ganado, que si no llueve, consideran, será pero que la del año pasado. «Cada vez los ciclos de años secos son mayores y menos frecuentes los de años húmedos» aseguraba Fermín Goñi, quien auguró que quien no pueda proveerse del pasto «desde casa» no podrá permitirse unos precios «prohibitivos«. La falta de agua puede llegar a convertirse  en una importante traba para que los agricultores/as puedan cumplir las exigencias de la PAC tal y como exponían desde UAGN. El consenso fue generalizado en cuanto a la necesidad de prepararnos ante un futuro de cambio climatológico que va a condicionar la cadena agroalimentaria estatal y las relaciones entre sus agentes, así como en la importancia de proyectos de gestión de los recursos hídricos transversales que permitan a afrontar problemas similares o más graves de falta de agua en el futuro.