ALINAR, Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón, denuncia en nota de prensa la insostenible situación a la que se están enfrentando las industrias agroalimentarias. Una situación que comenzó durante la pandemia con el aumento generalizado de los costes de producción y transporte, y que ha alcanzado un punto, que califican de alarmante, con la subida histórica del precio de la electricidad que se está produciendo a nivel nacional.
Desde la Asociación hemos llamado la atención sobre cómo, tras afrontar una situación tan excepcional como la acontecida a raíz de la pandemia, en la que las industrias agroalimentarias han mostrado una gran capacidad de compromiso, esfuerzo y adaptación, el sector agroalimentario está absorbiendo unas subidas desproporcionadas y generalizadas en sus costes de producción entre los que figuran la hojalata, el cartón, el plástico, el punto verde, el aceite, la sal, los fletes marítimos, el transporte…” y además, “la subida de la electricidad y el gas agravan la alarmante situación de aumento de costes en la industria agroalimentaria, y es la gota que colma el vaso de un preocupante panorama que nuestras empresas llevan arrastrando meses”.
Todas estas subidas, hemos alertado desde la Asociación, están poniendo en serio compromiso la rentabilidad y competitividad de nuestras empresas, en un momento de mucha incertidumbre.
Diego Galilea, director general de ALINAR, afirma que “la subida del gas natural y de la electricidad en un 300%, lo que supone multiplicar los costes energéticos casi por cuatro con respecto al pasado año, están llevando a las empresas agroalimentarias a ver peligrar su viabilidad, dados los estrechos márgenes con los que se opera en el sector.»
Desde ALINAR consideramos que la entrada en vigor del RD-Ley 17/2021 hace unas semanas ha generado nuevas incertidumbres y tensionado todavía más el mercado. Esta nueva regulación afectaría también a los contratos ya existentes, cerrados con precios fijos de electricidad procedente de energías renovables (PPA), algo que consideramos desde ALINAR, atenta contra el principio de seguridad jurídica y además “discrimina a las empresas que tienen este tipo de contratos firmados con eléctricas españolas, ya que las mismas medidas no se aplican en los países vecinos ni a compañías eléctricas extranjeras. La desventaja competitiva que se genera es evidente para nuestras empresas”.
Ante esta situación Galilea añade que “varias empresas socias de ALINAR han visto como sus contratos energéticos firmados para varios años de duración, y que les permiten tener estabilidad de costes energéticos a medio plazo, están siendo cuestionados, lo que podría tener un gran impacto en su actividad.”.
Esta subida de los costes energéticos se suma a la que ya estaban arrastrando desde el sector y que ALINAR ha denunciado insistentemente. Diego Galilea explica que “la hojalata (fundamental para las empresas conserveras) ha subido en torno a un 18% de media, el cartón entre un 18-25% y el plástico se ha encarecido más de un 30%. Además, los costes del punto verde que pagan los fabricantes para poner el producto en el lineal han subido entre este año y el pasado en torno a un 34% de media.”
No solo estos aumentos están afectando a la producción sino también a la logística, ya que otro coste importante que se ha visto incrementado de forma exponencial en los últimos meses es el de los fletes marítimos, “que afecta de forma directa a la exportación de productos y a la competitividad del sector en el mercado internacional, y que ha alcanzado este año una subida de entre un 500 y un 800%”, recalca Galilea y añade que “el transporte por carretera, como bien sabemos, también se ha visto encarecido por la subida de los carburantes y las dificultades logísticas en el transporte internacional, afectado además por una gran falta de personal”.