Antonio Moreno está a escasos 2 meses de jubilarse tras 42 años en UNFASA. Nada más terminar los estudios, y tras el servicio militar, se incorporó a esta empresa falcesina especializada en conserva de tomate y legumbre. 42 años, que se dice pronto, dedicado en cuerpo y alma a que la empresa funcione, y funcione muy bien. No es su empresa familiar, no recogió el testigo de su padre, pero le ha dedicado toda su profesionalidad y cariño.
Le entrevistamos en sus instalaciones acompañado de Sergio Olcoz, director financiero y de RRHH, quien tomará el testigo en la dirección general de UNFASA y Fernando Napal, director comercial de la compañía. Analizamos con ellos la campaña del tomate, la difícil coyuntura que atraviesa el sector, así como la historia de esta empresa conservera Navarra ubicada en Falces.
Antonio 42 años en la conserva son muchos años ¿Qué hay detrás de esa larguísima trayectoria y de ese éxito en la dirección de UNFASA?
Antonio Moreno: Mucho sacrificio y mucho esfuerzo. A las 7 de la mañana estás ya en marcha y a las doce de la noche consulto desde casa en remoto cómo va la fabricación. Cuando mi hija era pequeña salía de casa a primera hora y cuando regresaba ya estaba dormida, entre semana pasaba días sin verla.
¿Compensa?
Antonio Moreno: Lógicamente cuando tienes un puesto de responsabilidad como la dirección empresarial la remuneración es mayor, pero la dedicación casi completa, la disponibilidad diaria, vacaciones, festivos, hipotecar tu tiempo personal y de familia, eso no hay dinero que lo pague. Siempre estás con la empresa en la cabeza, recae sobre tus hombros que todo funcione bien. A día de hoy, hay sábados que a las diez de la noche sigo trabajando. ¿El 12 de octubre fiesta? Aquí estamos en plena campaña, el tomate no para y nosotros tampoco.
¿Qué tal va la campaña este año? ¿Cómo ha afectado la climatología tan extrema de este año al tomate de industria?
Antonio Moreno: Para nosotros la campaña del tomate es la más importante. En nuestra facturación supone aproximadamente el 70% – 75%. Este año, nos preocuparon mucho los calores extremos del mes de mayo, pero afortunadamente no afectaron a las plantas de tomate en general, si en otros muchos cultivos. Cuando ha salido la flor, flor de la que luego saldrá un tomatito, si hay un calor terrible, la flor se puede secar. Nuestro personal agrícola estuvo muy atento para regar bien y evitar que se secaran, quitando alguna finca se consiguió salvar muy bien. El tiempo de este verano, aunque no haya llovido mucho, para nuestro tomate ha ido de maravilla, porque la planta recibe por el sistema de riego por goteo exclusivamente el agua que necesita directamente a la raíz. Si llueve mucho la planta se puede pudrid.
¿Complicado verano para el riego este 2022?
Antonio Moreno: A nosotros el pantano de Itoiz nos ha dado la vida, a esta fábrica y a esta esa región: Falces, Peralta, Funes, Marcilla, Olite… Ha permitido generar numerosas hectáreas de regadío. El problema del tomate es que te obliga a rotar la tierra, puedes repetir el segundo año si es buena tierra, pero luego tienes que dejar esas tierras mínimo 5 años descansar, para que puedas plantar tomate y tengas garantía de coger una cosecha aceptable. Ese es uno de los principales problemas de los tomateros, necesitamos fincas de regadío para poder plantar, en ese sentido agilizar la segunda fase del Canal de Navarra es fundamental.
¿Cuántas toneladas de producción estimáis este año?
Antonio Moreno: Estimamos llegar a las 40.000 toneladas que teníamos previstas. Aún falta todo el mes de octubre, normalmente nosotros planificamos la campaña para finales de agosto, septiembre y octubre, y se planta 120 días antes de la recolección, los últimos tomates que se plantan son hacia el 20 de junio, y los primeros en abril. En nuestra zona es arriesgado plantar antes por las heladas. Diríamos que es una campaña normal, en comparación con la zona de Extremadura que estima una merma del 32% o en Andalucía con pérdidas de fruto que pueden rondar el 50%. Allí ya comenzaron la campaña con restricciones de agua.
«Ese es uno de los principales problemas de los tomateros, necesitamos fincas de regadío para poder plantar, en ese sentido agilizar la segunda fase del Canal de Navarra es fundamental.»
¿Con cuántas hectáreas trabajáis?
Antonio Moreno: Trabajamos con 500 hectáreas, hectáreas propias no tenemos ninguna. Hasta hace 4 contábamos tomate con agricultores independientes. Cuando yo llegué a UNFASA, hace 42 años hice 500 contratos con agricultores de tomate, y cogíamos entre 4 y 6 millones de kilos de tomate, ahora con 10 contratos haces 40.000 toneladas. Antes el tomate se recogía manualmente, las producciones por hectárea se calculaban a 35.000 kilos por hectárea, y el año que cogíamos 30.000 era un éxito total, ahora son 80.000 kilos por hectárea o más, gracias a las variedades, la forma del cultivo, al riego por goteo, que ha permitido reducir el desperdicio del agua.
¿Cada día hay menos gente que se dedica plantar tomate?
A.M: De cada agricultor que se jubila, solo el 5% como mucho tiene quién le siga.
¿Qué pasa con el tomate, es un básico fundamental en la lista de la compra, pero a la vez está infravalorado?
A.M: Hace 40 años, un año faltó tomate, y la lata de kilo de tomate en conserva se llegó a vender a 65 pesetas, hoy el precio es de 0.90 céntimos de €, teniendo en cuenta que los costos en estos 40 años se han multiplicado por 10 y mucho más.
Sergio Olcoz: Al final hay esa presión que empuja a vender siempre unos céntimos más bajo, las empresas se ven condenadas a tener que elegir entre vender un producto de calidad o uno de una calidad más baja para llegar a esos precios que te impone los compradores. Somos capaces de pagar mucho por cualquier cosa, pero por la comida nos cuesta más, valoramos mucho si algo vale 5 o 10 céntimos más.
Fernando Napal: Nosotros ya no entramos en esa guerra. El tomate frito es un ejemplo claro, o lo haces de fresco o lo haces de concentrado, nosotros apostamos por el 100 % de fresco. Ofrecemos un tomate de primera, de mucha calidad, que todo se produce en la zona, el que esté dispuesto a pagarlo bien y el que no, no. El tomate es un comodity y hay una competencia feroz y una producción mundial muy grande con países como California, Italia, China…
Con tanta competencia ¿Qué tienen de especial vuestros productos? ¿Cuál es vuestro valor?
Fernando Napal: Defendemos la calidad del tomate con el que trabajamos, y el cariño y cuidado que se pone a todo el proceso que realizamos, todo nuestro tomate viene de la zona del Ebro, lo más lejos que plantamos es Caspe, en Aragón. Nosotros hacemos dos segmentos: industria, que es el barril de tomate como ingrediente para otras industrias transformadoras, y luego el formato de food service. Ofrecemos un ingrediente muy bueno para que otras empresas elaboren todo tipo de alimentos.
Sergio Olcoz: En la división de hostelería trabajamos el tomate en frito, el triturado, y la salsa pizza… El 100% del tomate que entra en fábrica es para tomate cubetato, viene de una variedad específica de tomate que es perfecto para pelar y trocear, es macizo, que es lo que nos diferencia de los concentradores de la zona de Extremadura, que son lo que tienen el volumen por excelencia en España, que trabajan con variedades distintas.
A nivel internacional. ¿Dónde estáis presentes?
Sergio Olcoz: Estamos presente en más de 30 países, en todos los continentes. Europa es nuestro mercado por excelencia por proximidad y consumo, y solo con esto ya cubres gran parte de las exportaciones.
Hablando de esos costes, todo ha subido sin excepción, pero ¿Qué subida de costes os está impactando en mayor medida?
Sergio Olcoz: En nuestro caso, la factura energética se ha multiplicado por 5 e incluso 6 veces. Al final nosotros vendemos gran parte de nuestra producción a un precio antes de iniciarse la campaña según unas previsiones, estas subidas salen de toda previsión posible, ahora tenemos que mantener esos precios. Normalmente, alguna materia prima podía subir algo desde que en primavera colocas mercancía hasta que termina la campaña, pero pocos cambios. Los envases, las latas, tienen un peso enorme en nuestro precio total, y su precio se ha encarecido como un 50%, ese precio ya lo pactamos en diciembre por lo que estos meses se ha respetado y el suministro de momento para esta campaña está garantizado.
¿Cómo se estructura UNFASA? ¿Cuántos empleados/as tenéis?
A.M: Nosotros tenemos una única planta, el grupo Celorrio del que formamos parte, tiene el centro logístico y de distribución en La Rioja, en Navarra tiene Alimenco que hace todo verdura, Vega del Ebro en Tauste, que hace tomate en formato pequeño y conservas de pescado. Salsa Rica en Agoncillo, La Rioja y Bodega Cepas de Castilla, tiene además, dos plantas en China, una planta en Etiopía, es un grupo muy potente con una facturación de más de 200 millones de euros.
Sergio Olcoz: En la campaña del tomate de personal estamos unas 160 personas. Una vez que termina la campaña del tomate, trabajamos legumbre solo para el sector Horeca: lenteja, garbanzo, alubia negra, alubia blanca, alubia roja…esto nos permite mantener toda la infraestructura y parte del personal todo el año.
«Estamos presente en más de 30 países, en todos los continentes. Europa es nuestro mercado por excelencia por proximidad y consumo, y solo con esto ya cubres gran parte de las exportaciones.»
La falta de mano de obra es un problema estructural en el sector ¿os cuesta encontrar personal cualificado?
A.M: Nos cuesta encontrar personal cualificado y sin cualificar. Mecánicos, ingenieros agrónomos, hay mucha gente que no quiere venir a las zonas rurales a trabajar. Esta es una zona agroalimentaria, y al final cuando viene la campaña, todos tiramos de las mismas personas para cubrirla y no llega. La mayor parte de la mano de obra tanto en el campo como en manufactura es ahora mismo extranjera, principalmente vienen de África. Si no fuera por esta mano de obra extranjera, la cadena alimentaria en España colapsaría.
La mayor parte de la mano de obra tanto en el campo como en manufactura es ahora mismo extranjera, principalmente vienen de África. Si no fuera por esta mano de obra extranjera, la cadena alimentaria en España colapsaría.
¿Cómo os ha afectado la pandemia y esta posterior crisis a nivel comercial?
Sergio Olcoz: En la pandemia nuestro porcentaje relativo de exportación subió, siempre hemos estado por encima del 50% de la facturación en exportación, en este último año hemos estado por encima del 60%, en momentos de crisis la exportación es un salvavidas. A nivel de importación sí que estamos notando más la guerra de divisas, al final en legumbre seca, trabajamos con producto de la zona cuando es posible, pero la producción aquí es limitada por lo que importamos de 4 o 5 países., Méjico, Argentina, Canadá…
Antonio, después de más de 40 años ¿conocerás bien la historia de UNFASA?
A.M: Pues tiene una historia muy curiosa. UNFASA como tal nació en 1979 para dar salida a los excedentes de tomate del mercado, que se exportaban a países como Argentina, y así poder proteger los precios ante los excedentes. Yo me incorporé a esta empresa en 1981. Pero su historia viene de antes, en 1964 se fundó una cooperativa que englobaba 17 pueblos de la zona para fabricar los productos de los agricultores socios de la misma, Cooperativa Conservera Navarra Conserna.
«Por aquél entonces, mujeres de toda España venían a trabajar en las campañas y se hospedaban en residencias construidas dentro de las fábricas.»
Pocos años después, esta cooperativa entra en suspensión de pagos, siendo el principal acreedor el antiguo Grupo Huarte, que llegó a tener por aquél entonces casi 100 fábricas de alimentación por todo el país. El grupo recibió una enorme financiación, quitaron las deudas, y pasaron a llamarse Conserna S.A., y aunque lo que era el negocio de conserva iba bien, ese crédito de esos interese iban a pérdidas e iba creciendo, finalmente Grupo Huarte liquidó esa deuda vendiendo Bodegas Sarria a la Caja de Ahorros de Navarra, y la fábrica se la vendió a los diez conserveros más potentes de aquel entonces. Estos fueron los que fundaron Unión de Fabricantes de Conservas S.A. pero al final una dirección de una fábrica con diez propietarios fue un desastre. Finalmente, Santiago Napal, director general de Conservas Napal compró el 55,56% de Conserna S.A. y con esa absorción pasó a ser ya UNFASA, en 2012 entramos a formar parte de Grupo Celorrio.
«UNFASA, como tal, nació en 1979 para dar salida a los excedentes de tomate del mercado, que se exportaban a países como Argentina, y así poder proteger los precios ante los excedentes.»
¿Cómo han cambiado las cosas en 40 años?
A.M: El producto estrella cuando yo entré era el guisante, luego tomate, espárrago, pimiento morrón, cardo, alcachofa, borraja…Como teníamos aquellos años mucha mano de obra fija, en invierno como las verduras de invierno eran residuales, montamos una línea de mandarina satsuma en almíbar, así enlazábamos para trabajar todo el año. La satsuma, era muy importante y se fue toda a China. Hemos producido de la zona casi de todo. Ahora ya estamos especializados en tomate fundamentalmente, y legumbre.
¿Cómo veis el futuro?
A.M: Positivo. El consumo del tomate va creciendo de forma exponencial todos los años, cada vez está presente en más países, incluso en aquellos que en la vida lo habían consumido. Italia y EEUU son los grandes embajadores del tomate en el mundo y son los mayores consumidores por habitante. En EEUU el consumidor medio come una media de 17 kg. / año. En España el consumo es de 13,3 kilos por persona y año según datos del MAPA, lo que supone un 23,4% del consumo total de hortalizas frescas, siendo el tomate la hortaliza más producida con casi 5 millones de toneladas.
¿Creéis que es importante formar parte de ALINAR?
A.M: Ahora es importante, pero es que con todo lo que está pasando cada vez va a ser más importante estar asociado, las empresas del sector compartimos los mismos problemas, temas como la inflación, incremento de costes como la energía, la falta de mano de obra……, son temas que una empresa sola no puede afrontar, son problemas que aborda la asociación y, a nivel nacional, como miembros de la Federación.
Sergio Olcoz: Nosotros llevamos ya años muy involucrados en el campo, y añadidos a los problemas industriales tenemos los del campo. Antes estos problemas competían al agricultor, nos afectaba claro, pero ahora el riesgo que antes asumía el agricultor para plantar el tomate, lo estamos asumiendo nosotros como empresa, y estamos teniendo que asumir más financiación y más riesgo.
A.M: Muchas empresas empiezan a tener cultivos propios, y no es por gusto. Nosotros este año de las 500 hectáreas, el 60% son cultivos propios, hacemos la labor agrícola también que antes no nos competía, con nuestro departamento agrícola que se encarga del campo.
Fernando Napal: Nos preocupa también mucho el agua, las sequías nos van a afectar a corto plazo y hay que empezar a tomar medidas.
«En España el consumo es de 13,3 kilos por persona y año según datos del MAPA, lo que supone un 23,4% del consumo total de hortalizas frescas, siendo el tomate la hortaliza más producida con casi 5 millones de toneladas.»