La creación de empleo en el sector de alimentación y bebidas mantiene un comportamiento positivo con un incremento del 2% en las personas afiliadas a la Seguridad Social en 2023, a pesar de que la inflación, y su impacto en el consumo interno y las exportaciones, han hecho retroceder su producción un 2,6%.
Así se desprende del Informe Económico elaborado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), y que recoge las principales magnitudes del sector durante 2023 y que ha sido presentado en Madrid.
El informe pone de relieve que los afiliados a la Seguridad Social sumaron 463.900 personas en el sector y anotaron un crecimiento del 2%. Aunque su ritmo es ligeramente inferior al registrado en 2022, del 3,2%, la industria de alimentación y bebidas ha crecido por encima de las manufacturas, que lo han hecho a un ritmo del 1,5%. Estas cifras son muestra de que el sector consolida su capacidad empleadora y es un enclave de estabilidad y sostenibilidad social.
De hecho, el empleo del sector mantiene su peso sobre el conjunto manufacturero y del total de la industria, ocupando el 21,7% y el 19,7%, respectivamente, lo que se traduce en que uno de cada cinco trabajadores del ámbito industrial desarrolla su labor dentro del sector de los alimentos y bebidas.
En la presentación, la directora de Finanzas, Estudios Económicos y Talento de FIAB, Karina Pereira, ha puesto en valor cómo el número de afiliados marca las mayores cifras de empleo de su histórico. “Desde 2015, y exceptuando la situación particular de la pandemia, los crecimientos interanuales de afiliados en el sector no han sido inferiores al 2%, lo cual le otorga un mayor protagonismo como agente con capacidad de crear empleo de manera sostenible en el tiempo”, ha resaltado.
El sector consolida su capacidad empleadora y es un enclave de estabilidad y sostenibilidad social.
En clave de estabilidad laboral, destaca que el 81,1% de los empleados por la industria de alimentación y bebidas cuentan con un contrato indefinido. Además, el empleo femenino representa el 38,2% del total del empleo, una tasa mayor a la encontrada en el conjunto de las manufacturas.
Por su parte, el secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Gobierno de España, Fernando Miranda, ha destacado la contribución de la industria alimentaria al desarrollo del territorio y su vocación exportadora, con cifras récord en el proceso de internacionalización.
Contexto inestable y esfuerzos de las empresas
El director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo ha señalado el impacto sobre el sector de la prolongación de los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo, por su relación con las cadenas de suministro y la evolución de los costes, además de las consecuencias sobre el tráfico marítimo. Estos hechos, junto con la elevación de los tipos de interés, han perjudicado el consumo y la capacidad inversora de las empresas, aplazando sus estrategias enfocadas al crecimiento del sector.
García de Quevedo ha subrayado “la importancia de reforzar la autonomía estratégica del sector en España para evitar el efecto dominó de un contexto inestable”. Además, ha valorado positivamente “el esfuerzo llevado a cabo por las empresas del sector, en un 96% PYMES, por afrontar este escenario manteniendo el valor, la variedad, la calidad y la seguridad de sus productos”.
El 81,1% de los empleados cuentan con un contrato indefinido. Además, el empleo femenino representa el 38,2% del total del empleo, una tasa mayor a la encontrada en el conjunto de las manufacturas.
Retroceso de la producción
La producción real del sector alcanzó en 2023 un valor de 162.459 millones de euros y marca un descenso del -2,6% con respecto a 2022. Esto supone el primer descenso en la última década, a excepción del año 2020 a causa del COVID-19.
La dimensión empresarial de la industria de alimentación y bebidas se ha visto impactada por las consecuencias de la inflación. El número de empresas activas en 2023 se cifra en 28.335 y anota una disminución del -6,5% concentrado sobre todo en los tramos de menos trabajadores o sin empleados.
Estos datos demuestran también la vulnerabilidad de las empresas más pequeñas a la hora de afrontar un marco de altos costes productivos muy desfavorable. Aun así, la industria de alimentación y bebidas se ha visto menos afectada que el conjunto de las manufactureras y ha mantenido una contribución significativa al tejido industrial.
En clave internacional, las exportaciones de la industria española de alimentación y bebidas alcanzaron en 2023 un valor de 47.620 millones de euros. España se mantiene como uno de los principales exportadores de la industria de alimentación y bebidas a nivel mundial y en quinta posición entre los principales exportadores de la Unión Europea.
Sin embargo, el impacto de las tensiones geopolíticas y la consecuente inestabilidad de los mercados anota en el sector un cambio en su ritmo de crecimiento del valor de las ventas al exterior, que pasa del 6% en 2022 al 3,4% en 2023. Un cambio de tendencia que también se refleja en una disminución del 6,6% en el volumen de las exportaciones. Aun así, el sector arroja una balanza comercial positiva por valor de 13.697 millones de euros y que ya acumula dieciséis años de superávit.