Aragón es la comunidad autónoma de España que lidera la producción de fruta dulce de hueso con 650.000 toneladas anuales entre albaricoques, cerezas, ciruelas, nectarinas y melocotones. Precisamente este último, el melocotón, nace con una calidad y un sabor excepcionales en la región del Bajo Aragón, que presenta unas condiciones tanto geográficas como climatológicas óptimas para su cultivo. Aragón posee la mayor superficie destina al cultivo de melocotón y además, tiene la única variedad protegida en todo el mundo, la DOP Melocotón de Calanda. En el epicentro de producción de este delicado fruto amarillo, en la localidad de Binaced, en la provincia de Huesca, está nuestra empresa socia Frucopasa, dirigida por Juan Jose Julián Villegas. Juanjo lleva más de 20 años en el sector y reconoce estar preocupado porque nunca había visto una producción tan mermada como la del pasado año. Las potentes heladas azotaron con fuerza las principales zonas productoras de fruta aragonesa y catalana. Un hecho, según las propias asociaciones agrarias, sin precedentes en los últimos 40 años. En Frucopasa están ahora muy pendientes de cómo responda el árbol en este 2023.
Junto con Cataluña, sois una de las comunidades más afectadas por las heladas del pasado año con casi 20.000 hectáreas. Entiendo que tendréis mucha inquietud para esta campaña. ¿Hay alguna previsión?
Aún es pronto para prever, ahora el árbol está descansando, hasta junio no sabemos a qué nos enfrentamos. A día de hoy el contador está a 0 y estamos pendientes de ver cómo se comportan las temperaturas en los próximos meses. 2022 ha sido horrible, las potentes heladas que afectaron a la fruta de hueso en toda la región, con pérdidas del 80% y en algunos casos hasta del 100%, nos dejaron fuera de mercado. Esta situación pasó también en Italia y Grecia, que tuvieron una helada muy importante en el año 2021. Nosotros nos libramos y tuvimos un muy buen año de producción. En 2022 ha sido al revés.
Trabajáis mayoritariamente dos productos, pera y melocotón ¿de dónde vienen?
El 99% del melocotón con el que trabajamos viene de estas tierras, la pera también.
¿En algún momento os habéis planteado ampliar estos productos en los que estáis especializados?
Hemos probado con el albaricoque, que es del mes de junio. Es una fruta que tiene una vida muy corta como fruto, y una especulación alta, el propio mercado del albaricoque lo retiene mucho, por su alto valor, el fresco lo paga caro. Para cuando llega a la industria, ha perdido mucha calidad y ya no se puede trabajar.
«A día de hoy el contador está a 0 y estamos pendientes de ver cómo se comportan las temperaturas en los próximos meses»
¿Qué productos elaboráis en Frucopasa?
Melocotón, pera y Cóctel de frutas en almíbar que lleva un 90% de melocotón y pera y se añade piña, uva y cereza. El cóctel también se hace todo en fresco, hacemos los dados de pera y melocotón en fresco y añadimos las demás frutas.
¿Cuándo iniciáis ambas campañas y el proceso transformador?
Del 1 de julio al 15 de septiembre es el periodo de recolección del melocotón, este no entra en cámaras, o entra solo un par de días, y va directo a transformación. Entre julio y septiembre lo elaboramos, por la mañana está el melocotón en la rama y a las horas está en la lata. La pera se recoge del 10 al 25 de agosto, y a diferencia del melocotón, que se pierde, la pera sí aguanta en cámaras de frio. A partir del 15 de septiembre ya me suministro del melocotón de la zona de Calanda. En noviembre comenzamos a hacer la pera sola.
¿Mucha inversión y riesgo en poco tiempo?
Yo solo trabajo 90 días, desde el 1 de julio hasta el 15 de diciembre produzco lo que tengo que vender todo el año. El coste que eso supone es bestial, yo en mi balance tengo millones de euros en existencias. Cuando hay producto, las campañas van bien, los compradores se esperan, y cada semana el precio va bajando, lo que antes valía 80, en unos meses vale menos. Ojalá el 1 de junio pudiese poner el precio sabiendo lo que ha costado el azúcar, añadiendo el beneficio industrial, la ecotasa, y me firmaran la compra de 8 millones de latas, es una utopía. Si hay producto, normalmente el comprador no tiene prisa. Cuando solo unos pocos venden algo, tienen la fuerza, y eso es así en toda la cadena agroalimentaria, y así en los negocios.
«Por la mañana está el melocotón en la rama y a las horas está en la lata»
Cada vez hay menos agricultores y agricultoras en hortofrutícola y hay poco relevo generacional. ¿Cómo os afecta?
El agricultor/a también adelanta su trabajo, gasolina, mano de obra recolectora, sin saber a cómo y a quién va a vender su producto. Y además, asume un riesgo añadido, que por ejemplo, venga una helada o una plaga y se pierda todo
¿Cómo nace Frucopasa?
El grupo Frucopasa nace en el año 1999 de la unión de la cooperativa agrícola San Marcos y la conservera Marin – montejano. San Marcos es una histórica cooperativa aquí en Binaced, que datará de 1950 más o menos. Su principal comprador era este grupo conservero murciano Marín – Montejano, que también tiene una larga trayectoria en la conserva de frutas, verduras y en la elaboración de zumos y vinos, y que en 1999 decide montar una fábrica y situarse en el epicentro del melocotón. Frucopasa está formado hoy por Marin – Montejano y un fondo de inversión del Gobierno de Aragón.
La conserva de fruta en almíbar es uno de los preparados más antiguos para conservar alimentos. La historia dice que los egipcios ya usaban la miel para hacerlo. Aquí en España, pera, melocotón y piña son los principales ¿ha habido muchos cambios en su elaboración con respecto a los métodos más artesanales?
En cuanto al proceso de elaboración no ha presentado grandes cambios, sí se ha evolucionado en las diferentes gamas de presentación. En conserva en almíbar el mercado también ha ido evolucionado del azúcar a otras gamas de edulcorantes, pero hay mercados como el sur de España que sólo quieren el melocotón en almíbar denso, del pesado que le llamamos. Hay diferentes tipos de almibares está el 14 brix, el 18 brix…
¿Qué es eso de brix?
El Brix (símbolo °Bx) es una medida que se utiliza mucho en la industria alimentaria y que mide los sólidos disueltos en un líquido, en este caso azúcar o edulcorantes. Mide cuánta materia seca está disuelta en el líquido en el que se conservan, por ejemplo, las frutas. Y hay diferentes tipos: ligero, normal, denso… en función de las proporciones, los puntos de cocción y temperaturas.
Llevas 20 años en el mercado de la conserva ¿cómo han cambiado las cosas?
En el mundo del melocotón y de la fruta en lata quedamos pocos ya. En la industria agroalimentaria estamos en un punto en el que cada vez hay menos agricultores/as dedicados a hortalizas y frutas, y esto se está notando lógicamente también en el mercado fresco, es decir para ellos al igual que para industria, cada vez hay menos. En el melocotón hay dos mercados bien diferenciados, el de industria y el de fresco, y los agricultores/as trabajan de diferente manera si su producto va a industria o a fresco. Si los productores de fresco no tienen, por heladas o por lo que sea, el mercado del fresco viene a pedir producto a los agricultores de industria. Y en muchos casos, en fresco el producto se paga mejor y se vende más caro. Y esto tiene importantes consecuencias porque, en muchos productos, faltan materias primas para la industria agroalimentaria, o sus precios suben. Puede también suceder al revés, el mercado del fresco no funciona y a la industria llegan de las dos procedencias. En esta situación, puede suceder que los precios de las materias primas se derrumben.
La coyuntura que estamos viviendo está sacando a la luz la importancia de la cadena agroalimentaria en este país. ¿Cómo ves tú la situación que está atravesando?
Hay al final tanto lio político que se desvirtúan las cosas. El campo, las empresas y las distribuidoras no trabajan por amor al arte, y siempre van a intentar sacar el mayor rendimiento. Esto genera tensiones, y hay veces que, si no tienes fuerza, no tienes nada que hacer. Aquí el que tiene la fuerza, pone el precio en el mercado. Romanticismo hay poco. El envase, por ejemplo, al final tienes dos proveedores que te pasan un precio similar. En realidad esto es así en el envase, las navieras, la distribución… en toda la cadena industrial.
En la industria agroalimentaria estamos en un punto en el que cada vez hay menos agricultores/as dedicados a hortalizas y frutas, y esto se está notando lógicamente también en el mercado fresco
No eres el primero que me habla de romanticismos en la industria agroalimentaria.
El conservero sólo puede fabricar si el precio se lo permite, y el agricultor quiere ver cómo va el mercado, si está roto y su producto no tiene salida, el precio será menor que si su producto cobra fuerza. Y esto cobra aún más importancia tal y como están los costes.
¿Cuál ha sido uno de tus mayores quebraderos de cabeza en estos años?
Ahora mismo he conseguido estabilizar mi proceso depurativo, ha sido un proceso muy complicado, y he tenido mucha presión y preocupación con este tema. Ahora a través de las analíticas teneos bien controlado el estado microbiológico a cada momento, y vamos viendo si le falta urea, si gastamos mucha agua o cómo afecta cuando producimos más residuo de piña o de cereza… Cuando pelas, sale el agua y la piel de la fruta, eso tiene una DQO altísima, demasiado residuo orgánico para el agua. Las limitaciones son importantes, yo saco a 20.000 unidades DQO y tengo que respetar el límite de 1.000 unidades. Nosotros estamos depurando cumpliendo todos los requisitos, pero la depuración implica a una materia viva, y los microorganismos implicados pueden por cualquier causa que se pueda producir en el proceso, dejar de comportarse como habitualmente se comportan. Hay que estar muy pendiente de estos microorganismos, cualquier anomalía en ellos, te tira todo el proceso de depuración y te lleva a no poder cumplir con los requisitos de depuración.
El agua es una preocupación de primer orden en el sector, la circularidad de la misma y su aprovechamiento se han convertido en una prioridad. ¿Cómo está la situación en esta zona?
Estamos en una zona con restricciones de riego y falta de agua, nuestros agricultores siguen un calendario, si no hay agua, no se riega. A mí lo que me parece un sin sentido es que yo esté depurando toda esta agua, cuando, si pudiera regar con una parte de esa agua o con toda la tierra, la mitad de los procesos de depuración desaparecerían. Esto es lo que llamamos fertiirrigación. Y hay numerosos estudios que avalan que esta herramienta permite una buena fertilización de la tierra y una mejor gestión del agua, y garantizan la economía circular. El agua que yo devuelvo a la tierra es agua y piel de fruta, son nutrientes, mi vertido no tiene ningún químico que pueda hacer mal a la tierra. Pero lógicamente, para devolver el agua a la tierra hay que hacerlo de una manera que la tierra puede beneficiarse de ese riego y pueda absorber esa materia orgánica. La cantidad de hormigón y la cantidad de energía que yo gasto con la planta depuradora que tenemos en la fábrica…cuando dentro de unos cuantos miles de años alguien excave aquí y vea esta depuradora va a decir; pero esta gente ¿para qué ha metido aquí todo este hormigón? Hablamos de una piscina de 15.000 m3 de agua.
¿Y por qué no puedes realizar esta fertiirrigación?
Los requisitos para poder realizar la fertiirrigación son muy exigentes, conseguir una autorización para realizar pruebas no es fácil de obtener. Sin pruebas piloto no puedes saber si puedes conseguir los objetivos, es demasiado complicado ahora mismo. El objetivo principal, como es lógico, es proteger los acuíferos de cualquier vertido que pueda contaminarlos, como pueden ser purines o químicos. Pero nuestra agua es necesaria para el campo y no lleva químicos. Sin duda creo que hay que dar una vuelta y actualizar todo lo relacionado con el agua, y el estudio de la fertiirrigación, y su viabilidad en algunos casos, es más que necesario. La fertiirrigación haría mucho más ecosostenible los procesos de cualquier industria alimentaria, pero las desactualizadas normativas lo impiden. No puedo contemplar alguien preocupado por la ecología que no entre a analizar la importancia de la fertiirrigación, me cuesta creerlo. Hay mucho sin sentido en lo relativo a la ecología, pagamos unas tasas muy potentes por los envases pero ¿cuánto se recicla?
Por seguir sumando trabas, hay importantes problemas en la renovación de seguros en la industria agroalimentaria
Ahora mismo estoy con una compañía que me ha asegurado, pero ya hace dos años que empecé a recibir pegas. Algunos seguros si no tienes bombas de riego ya no quieren saber nada, igual las pongo y al año que siguiente me pide otra cosa. Si tienes el panel sándwich, tampoco quieren saber nada.
¿Cuáles son vuestros principales mercados?
La mayoría se vende a Francia, y tenemos un 40% que se vende aquí en España. Estamos presentes principalmente en el mercado francés, y más posicionados en la restauración. Allí las cosas son aún más complejas si cabe, en Francia hay unos 3 compradores para HORECA, y los grandes compradores no quieren comprar directo a fábrica, quieren trabajar con el importador, que es quien les filtra.
¿Cómo habéis sufrido todo este escenario inflacionista que estamos viviendo?
Nos ha subido todo en general, y sigue subiendo, porque los envases ya están anunciando subidas del 18%. Sin duda, hay un momento Covid que inaugura un antes y un después en la estructura de fabricación global, ponemos la economía en contador 0 y cambia la forma de proceder. Yo antes pagaba por un contendor de transporte por mar 800 euros, el pico más alto ha llegado a 7.000 euros. Ahora que te vale 6.000 euros el contendor y te proponen la tarifa “diamante” que por 8.000, te llega en 30 días, como en Port Aventura. Con la lata, las subidas han sido de 10 en 10, como un 12% cada año en estos últimos años. El gas, la luz…todo.
El azúcar es una materia muy importante para vosotros, ¿fuertes subidas también en este producto?
¿El Azúcar por qué ha subido? No hay justificación, se aprovecha la coyuntura actual. Alemania y Francia son capaces de recoger todo el azúcar, aguantar y luego sacarla a cuentagotas. La situación con Argelia nos preocupa mucho porque es uno de los principales proveedores de azúcar a España.
Yo antes pagaba por un contendor de transporte por mar 800 euros, el pico más alto ha llegado a 7.000 euros. Ahora que te vale 6.000 euros el contendor y te proponen la tarifa “diamante” que por 8.000, te llega en 30 días, como en Port Aventura.
¿Se pueden realmente repercutir todas estas subidas en los precios de venta?
Depende. Yo soy bien consciente de que, si mis agricultores no son rentables, yo muero con ellos. Te pongo el ejemplo del transportista autónomo, trabajamos con ellos. Está con el camión, no está mirando con su ordenador los cálculos de cómo está el gasoil para poder repercutírselo a quien deba, pero él ya ha repostado y ya lo ha pagado. Un transportista autónomo puede aguantar unas semanas hasta que le llegue una letra del camión o tenga que pagar sus facturas, no tiene fuerza, pero los grandes centros logísticos si tienen capacidad de afrontar en mayor medida lo que venga, y mayor fuerza para negociar. Y en la industria agroalimentaria pasa lo mismo, tu capacidad de repercutir tu precio es proporcional a tu fuerza, y muchas veces ni eso, porque el que te compra es más fuerte que tú.
¿La ley de la cadena agroalimentaria puede mejorar el funcionamiento de la misma?
¿Ley de la cadena? Ley del mercado, oferta y demanda. Para nosotros la ley de la cadena tiene mucha rigidez. A los 30 días de que te pongan el producto en la puerta lo tienes que pagar, aunque tú lo vendas 280 días después. En muchos casos, si pides a los clientes que te paguen a 30 días, los colapsas.
El problema de la falta de mano de obra es de primer nivel, tanto en el sector primario como en el de la industria agroalimentaria. ¿Cuántas personas trabajan con vosotros y cómo realizáis la captación de personal para las campañas?
En campaña podemos tener picos de 130 personas, fuera de campaña unos 25. Nos encontramos en una zona con poca densidad de población, y encontrar mano de obra para nosotros es un problema constante. Aquí no podemos contar con las empresas de trabajo temporal, funciona más por boca a boca. Normalmente nuestro personal viene solo la campaña y son personas de origen extranjero que, en la mayoría de los casos, están afincadas en España. El trabajo por campañas no es atractivo en muchos aspectos, así que yo estoy muy agradecido a quienes que se comprometen con nosotros.
¿Qué previsiones hay para este año 2023?
Ninguna. La verdad es que yo en 20 años nunca he vivido esta situación de la pasada campaña, porque siempre ha habido más oferta que demanda de melocotón en la industria. Debemos de esperar, mínimo, a la primera quincena de mayo, y luego tener suerte con las tormentas de verano (granizo).
En la industria agroalimentaria pasa lo mismo, tu capacidad de repercutir tu precio es proporcional a tu fuerza, y muchas veces ni eso, porque el que te compra es más fuerte que tú.
Con todo este panorama que hemos analizado ¿Qué supone para vosotros ser asociados de ALINAR?
Me permite convivir con el sector, nosotros estamos un poco alejados, y la comunicación me parece fundamental porque la asociación me permite estar integrado en la todo lo que acontece, recibo toda la información y día a día me mantengo conectado.