El pasado miércoles 19 de octubre de 2022, la presidenta del Gobierno Foral, María Chivite, recibió a representantes de ALINAR. Cayo Martínez, presidente de ALINAR, Diego Galilea, director general, así como 3 representantes de nuestro Consejo Rector mantuvieron con la Presidenta una reunión cordial, en la que se analizaron algunos de los principales asuntos que preocupan a las industrias agroalimentarias.
Uno de las problemas prioritario que se abordaron fue la compleja situación de falta de mano de obra, la escasez de mano de obra cualificada y no cualificada en el sector primario y en las industrias transformadoras es un problema estructural del sector. Para tratar de abordarlo se acordó la creación de una mesa técnica de empleo, de la mano del Departamento de empleo, que se reunirá de manera inminente con ALINAR, con el objetivo de analizar en profundidad la actual coyuntura y las posibles medidas que tanto a corto como a medio plazo, permitan generar soluciones y hagan sostenible el sector en el futuro.
Así mismo, y ante el aumento de costes de la energía, desde la asociación se solicitó la necesidad de ayudas que permitan afrontar la inflación de costes energéticos en nuestras industrias. Desde el Gobierno anunciaron una partida de 20 millones de euros destinados a paliar esta situación en las industrias, unas ayudas cuyas bases se espera se aprueben en los próximos días, ya que, al formar parte de los presupuestos contemplados para este 2022, deben estar abonadas antes del 31 de diciembre de 2022.
En esta reunión se abordó la situación relativa al PERTE Agroalimentario, destacando la decepción ante estas ayudas, motivada principalmente por la excesiva dilatación en la publicación de la convocatoria, el escaso presupuesto destinado a las industrias agroalimentarias, así como la complejidad de las bases publicadas, que dificultan el acceso a muchas empresas, entre ellas a las pymes. Por parte del Gobierno, y en línea a lo argumentado en medios, se reconoció la excesiva dilatación en los plazos y la escasa cuantía en relación al peso del sector, pero la presidenta del Gobierno quiso hace hincapié en que estas ayudas son una gran oportunidad para la transformación del sector, puntualizando que son unas ayudas enfocadas específicamente a proyectos transformadores, e instó a las empresas a valorar otro tipo de ayudas para aquellos proyectos que no estén enfocados a este fin.
Desde ALINAR quisieron recordar la preocupación sobre la inminente entrada en vigor del impuesto al plástico de un solo uso el próximo 1 de enero de 2023. A pesar de que desde la federación nacional, FIAB, se ha realizado un llamamiento al Gobierno de España sobre el tremendo impacto que podría generar y la necesidad de una moratoria en el mismo, a falta de dos mes no hay ningún pronunciamiento sobre este asunto. Desde el Gobierno Foral trasladaron su compromiso en ponerse, de manera urgente, en contacto con el Ministerio para conocer más detalles al respecto. Del mismo modo, ALINAR quiso pone en valor su papel como interlocutor imprescindible en aquellas cuestiones que afectan al sector, para evitar situaciones como las acaecidas con el Proyecto de Decreto Foral de Aves Esteparias. En relación a futuras normativas medioambientales, desde la asociación recalcaron la importancia de evitar nuevos lastres a la rentabilidad del sector en la actual coyuntura. Por parte del Gobierno reafirmaron su compromiso en contar con ALINAR como interlocutor sectorial prioritario.
Además, en esta reunión se analizó la imperante preocupación antes los bruscos cambios climatológicos producidos en este último año; heladas, riadas, incendios, sequía extrema y en general, fuertes oscilaciones en las temperaturas y las precipitaciones que han afectado de manera importante a los cultivos. En este sentido, ALINAR planteó la necesidad de una mayor celeridad y cuantía en las ayudas ante tales circunstancias, y por otro, la urgencia de un plan integral relativo a nuestros recursos hídricos, su gestión y aprovechamiento, y la necesidad de adaptar infraestructuras, de agilizar la segunda fase del Canal de Navarra y en definitiva, de garantizar el agua en la Comunidad Foral a largo plazo.